El servicio de mototaxi, que facilita el transporte de personas adultas mayores y aquellas con discapacidad motriz, se ha convertido en una opción popular para miles de habitantes de la ciudad de Oaxaca. Sin embargo, este medio de transporte también ha sido señalado por fomentar el sedentarismo entre diferentes grupos de edad, en especial en un contexto donde la obesidad es un problema de salud creciente.

A pesar de que las distancias son cortas, muchas personas prefieren pagar los 10 pesos que cuesta el pasaje del mototaxi, en lugar de caminar entre cinco a diez calles para llegar a su destino, una práctica habitual hace varias décadas antes de la llegada de estas unidades. La comodidad y la rapidez del servicio hacen que, en ocasiones, se descuide el beneficio de la actividad física que podría traer caminar.

Magali, una mujer de 32 años, es un claro ejemplo de esta tendencia. Con sobrepeso, mide 1.55 metros y pesa 65 kilos. Todos los días utiliza el mototaxi para desplazarse desde su casa hasta lugares cercanos como la tienda de conveniencia, el mercado, la pollería y la escuela de sus hijos, todos ubicados a menos de diez calles de distancia. Esta rutina, aunque común, ha suscitado preocupaciones sobre los hábitos de salud en la población local.

Los mototaxis operan en varias colonias de la ciudad, cobrando el mismo costo tanto para quienes se desplazan solo unas pocas calles, como para quienes viajan distancias mayores. El precio por trayecto, que varía entre los 10 y 25 pesos, depende de la distancia y la zona. Este servicio se ha popularizado por su accesibilidad y la comodidad que ofrece, pero también ha incrementado el riesgo de sedentarismo, sobre todo entre quienes podrían optar por caminar y no lo hacen debido a la opción del transporte fácil.

En Oaxaca, donde la obesidad es un problema creciente, se estima que cerca de 50 mil personas están en seguimiento por esta condición, con más de mil casos nuevos cada año. Especialistas en salud señalan que la dependencia de los mototaxis podría estar contribuyendo a la falta de actividad física, que es uno de los factores que favorecen la obesidad.

Este fenómeno pone de manifiesto un dilema en el que el avance tecnológico y la accesibilidad al transporte afectan, aunque de manera indirecta, la salud pública. Mientras el mototaxi sigue siendo una solución práctica para muchos, es importante reflexionar sobre los hábitos de movilidad en una ciudad que enfrenta una crisis de salud relacionada con el sedentarismo y la obesidad.