La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no descartó la posibilidad de un paro indefinido de labores como medida de presión al Gobierno federal para exigir la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007. Esta decisión surge tras una jornada de protestas que logró frenar la reforma a esta ley propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum el 7 de febrero pasado.
La demanda central de la CNTE es la anulación de la reforma de 2007, que establece cuentas individuales para el retiro a través de las Afores y reduce las pensiones al calcularlas con base en la Unidad de Medida y Actualización (UMA), afectando gravemente los derechos de los trabajadores de la educación. En palabras de Luis Alberto López Pazos, vocero de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, el paro que comenzó el miércoles 19 de marzo concluirá este viernes, donde se analizarán los resultados de las acciones realizadas.
Además de la abrogación de la Ley del ISSSTE, la CNTE exige también la anulación de la Reforma Educativa implementada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Entre otras demandas, resalta el retorno al sistema de pensiones solidario colectivo, la restitución de la jubilación por años de servicio, y la entrega puntual de recursos para el programa de útiles y uniformes escolares.
El paro de labores de 72 horas, que afectó a más de 800,000 estudiantes en más de 11,000 escuelas de educación básica en Oaxaca, provocó la suspensión de actividades para más de 80,000 trabajadores. En la Ciudad de México, representantes de la Sección 22 y otras regiones del estado participaron en un plantón y una marcha nacional que partió del Congreso de la Unión al Palacio Nacional, exigiendo una respuesta a sus peticiones.
El plantón en el Zócalo capitalino se mantendrá durante tres días, con la expectativa de que más secciones de la CNTE se sumen a las protestas. De no obtener respuestas satisfactorias por parte del Gobierno, la Coordinadora ha advertido que evaluará nuevas medidas de presión, incluida la posibilidad de un paro indefinido.