Oaxaca enfrenta un panorama incierto debido a los efectos de la guerra comercial iniciada por el expresidente estadounidense Donald Trump, especialmente tras la imposición de una sobretasa arancelaria del 25% a diversos productos mexicanos. Entre los más afectados están el mezcal y varios productos agrícolas, como la papaya, mango, pitaya, aguacate, piña, higo, guayaba y café, además de las tradicionales artesanías oaxaqueñas.

El aumento de los aranceles, bajo el pretexto de la falta de control en el tráfico de drogas, particularmente fentanilo, tiene el potencial de alterar significativamente las exportaciones desde Oaxaca, un estado cuyo mercado depende en gran parte de sus productos agrícolas y bebidas espirituosas. A pesar de la incertidumbre, uno de los sectores más perjudicados podría ser el mezcal, cuya demanda en el extranjero es considerable. Solo en 2020, el 60% de la producción oaxaqueña de mezcal, alrededor de 2.6 millones de litros, fue exportada a Estados Unidos, un mercado clave para la bebida. En 2023, Estados Unidos importó mezcal por un valor de 108 millones de dólares, en comparación con 4,600 millones de dólares en tequila.

El Consejo Regulador del Mezcal (CRM) subraya que el mezcal oaxaqueño se distribuye en 64 países, generando alrededor de 16 mil empleos directos e indirectos en Oaxaca. A pesar del impacto potencial de los aranceles, la industria sigue en auge, y para 2024 se produjeron 13.8 millones de litros certificados, con un 70% destinado a la exportación, principalmente a Estados Unidos y mercados asiáticos.

Además de la bebida tradicional, otros productos oaxaqueños también dependen del comercio exterior. En 2023, las ventas internacionales de la región sumaron 316 millones de dólares, destacando el alcohol etílico, higos, piñas, aguacates y mangos, entre otros. El mango, cultivado en diversas regiones del estado, representa una de las exportaciones más significativas, con 39 mil toneladas enviadas a Estados Unidos, Canadá y Europa en 2019.

A pesar de la amenaza de los aranceles, las estadísticas muestran una balanza comercial favorable para Oaxaca. En noviembre de 2024, las ventas externas de la región sumaron 17.6 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 2.17 millones de dólares, resultando en un saldo positivo de 15.4 millones de dólares solo en un mes.

Con la incertidumbre de la guerra comercial aún vigente, el futuro económico de Oaxaca dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones y la capacidad de los productores locales para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado global.