En un esfuerzo por combatir la obesidad y el sobrepeso infantil, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha puesto en marcha el programa “Vida Saludable en las Escuelas”, el cual busca erradicar la venta de alimentos chatarra en los planteles educativos a nivel básico, medio superior y superior. Esta medida, aprobada desde 2020 por el Congreso de Oaxaca, aún no ha sido implementada de manera efectiva, lo que ha generado críticas y preocupación entre activistas y autoridades de salud.

El 5 de agosto de 2020, el Congreso de Oaxaca aprobó una reforma que prohíbe la venta de alimentos ultraprocesados en las escuelas, pero la medida ha quedado principalmente en el papel. A pesar de los esfuerzos, fuera de los planteles educativos persisten los puestos que venden frituras, bebidas azucaradas y otros productos dañinos para la salud sin que las autoridades tomen acciones efectivas.

De acuerdo con datos del Registro Nacional de Talla y Peso, de 2018, aproximadamente el 32% de los niños y niñas en Oaxaca sufren de sobrepeso u obesidad, una problemática que ha crecido con el tiempo. Activistas locales señalan que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo del estado han antepuesto los intereses económicos sobre la salud de los menores, permitiendo que continúe la venta de estos productos dentro y fuera de las escuelas.

A partir de marzo de 2025, la SEP ha anunciado un “ataque frontal” contra la venta de estos alimentos, prohibiendo aquellos que cuenten con etiquetas de advertencia sobre su contenido. Esta medida comenzará a ser aplicada a partir del 29 de marzo, sin embargo, las autoridades locales en Oaxaca, como el Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPCO) y los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), aún no han emitido directrices claras ni recomendaciones sobre la implementación.

Entre los productos prohibidos se encuentran frituras, jugos de caja, refrescos, papas fritas, donas, flanes, hamburguesas, hot dogs, y otros alimentos industrializados, que tienen un alto contenido de azúcares, grasas y aditivos. En contraste, el gobierno federal propone alternativas más saludables como leche descremada, frutas y verduras frescas, cereales integrales, y alimentos de origen animal bajos en grasa.

Sin embargo, la industria de alimentos procesados ha expresado su preocupación por las repercusiones económicas que podría generar la medida. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha advertido que la eliminación de la comida chatarra en las escuelas podría resultar en la pérdida de 300 mil empleos adicionales a los que ya se han perdido debido a la pandemia.

El gobierno también ha advertido que las escuelas que no cumplan con la nueva normativa se enfrentarán a sanciones económicas e incluso la revocación de su Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios. Aunque las autoridades federales están comprometidas con la implementación de esta medida, aún queda pendiente saber qué organismo o instancia local se encargará de supervisar su cumplimiento y la aplicación de sanciones.

La lucha contra la obesidad infantil en Oaxaca y otras partes del país continúa siendo un desafío crucial, y este nuevo programa de la SEP representa un paso más en la estrategia para garantizar una mejor salud para los jóvenes estudiantes. No obstante, la efectividad de la medida dependerá de la colaboración entre las autoridades locales, los educadores y las familias.