Este lunes, la Catedral Metropolitana de Oaxaca abrió sus puertas para celebrar una Santa Misa en memoria de Su Santidad, el Papa Francisco, quien recientemente concluyó su peregrinación terrenal y ha sido llamado a la paz eterna. La ceremonia, presidida por el arzobispo Pedro Vázquez Villalobos, contó con la presencia de sacerdotes de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca, así como de numerosos fieles que abarrotaron el templo para unirse en oración por el alma del pontífice argentino.
Desde el inicio de la misa, el arzobispo Vázquez Villalobos hizo un llamado a no solo llorar la partida del Papa Francisco, sino a celebrar su legado, recordando que Dios otorgó a la Iglesia un pastor con la “ternura del buen samaritano” y el “coraje de un profeta de esperanza”. Durante la homilía, se destacó la figura del Papa Francisco como un líder cercano, cuya voz resonaba especialmente en América Latina, donde promovió mensajes de fraternidad, cuidado del medio ambiente y un compromiso inquebrantable con los más pobres y vulnerables.
“El Papa Francisco no era un Papa lejano, era un pastor que hablaba con el corazón del pueblo”, comentó uno de los asistentes, reflejando el impacto directo del pontífice en la comunidad católica de la región.
Esta misa forma parte de los actos litúrgicos convocados por la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca tras la muerte del Sumo Pontífice. Además, como gesto de duelo y comunión con la Iglesia universal, las campanas de todas las iglesias del territorio repicaron 100 veces, un acto simbólico que unió a Oaxaca con el sentimiento de tristeza y esperanza compartido por católicos de todo el mundo.
La ceremonia en Oaxaca se sumó a las manifestaciones de cariño y respeto que miles de fieles alrededor del mundo han ofrecido en honor a un Papa recordado por su sencillez, su mensaje de amor y su incansable defensa de los más desfavorecidos.