La crisis hospitalaria que afecta a Oaxaca ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente durante la pasada temporada vacacional de fin de año. Durante este periodo, tanto los visitantes nacionales como los habitantes de diversas regiones se encontraron sin atención médica en hospitales y centros de salud, lo que ha puesto en evidencia la grave precariedad del sistema sanitario en el estado.
Los hospitales públicos, que deberían ser el pilar del sistema de salud, enfrentan una combinación de factores críticos. La falta de recursos, la escasez de personal capacitado, la infraestructura deficiente y la corrupción administrativa son solo algunos de los problemas que agravan la situación. Uno de los casos más graves es la carencia de medicamentos y materiales médicos básicos, lo que ha obligado a los pacientes que llegan con emergencias a recibir atención sin los insumos necesarios, o incluso a tener que comprarlos por su cuenta, empeorando su condición.
Particularmente alarmante es la situación en comunidades indígenas y rurales de la región de la Costa, como Huatulco y Puerto Escondido, donde el acceso a los servicios de salud ya es limitado debido a barreras geográficas y lingüísticas. Los hospitales y clínicas en estas zonas, mal equipados y con personal insuficiente, luchan por atender la creciente demanda de atención médica, mientras que la precariedad laboral del personal de salud es un problema recurrente. Médicos, enfermeras y demás trabajadores del sector enfrentan constantes retrasos en el pago de salarios, contratos temporales y condiciones laborales insostenibles, lo que provoca desmotivación y propicia la migración de profesionales de la salud al sector privado o hacia otras entidades.
En este contexto, el Hospital General de Puerto Escondido ha sido uno de los más afectados, enfrentando una grave escasez de insumos desde hace meses, lo que ha dejado al hospital prácticamente a la deriva. Además, los despidos de trabajadores temporales y las quejas del personal de base por las condiciones laborales actuales han incrementado la tensión en la región.
Recientemente, los trabajadores del sector salud en la Costa realizaron una marcha para denunciar las carencias que enfrentan en el Hospital Regional de Pinotepa Nacional y en diversos centros de salud de los municipios aledaños. Entre sus principales demandas destacan la instalación de la autoclave de vapor, la culminación y equipamiento de la UCIN, la reparación del sistema de aire acondicionado hospitalario y la mejora del sistema de drenaje.
Médicos y especialistas en salud coinciden en que la crisis requiere de medidas integrales y sostenibles. Insisten en la necesidad de un aumento en el presupuesto destinado al sector salud, una mejor planeación administrativa y, sobre todo, la priorización de la atención en las comunidades más marginadas del estado.