A 37 años de su declaración como Patrimonio Mundial, el Cabildo de Oaxaca de Juárez se encuentra analizando la posibilidad de realizar un diagnóstico sobre el estado de conservación del centro histórico y la zona arqueológica de Monte Albán, ante los crecientes problemas de gentrificación y turistificación que afectan a la ciudad.

La propuesta, presentada por el concejal de Cultura y Educación, Martín Vásquez Villanueva, fue enviada a comisión durante la sesión ordinaria del cabildo este martes. El informe abarcaría tanto los sitios del centro histórico como la zona arqueológica de Monte Albán, ambos con la distinción de Patrimonio de la Humanidad otorgada por la UNESCO.

Vásquez Villanueva detalló que la inclusión de la zona arqueológica de Monte Albán en este diagnóstico responde a que, en sus alrededores, hay colonias que han experimentado un crecimiento urbano desordenado. Aunque la zona también afecta a los municipios aledaños de Ixtlahuaca, Xoxocotlán y Atzompa.

En el marco de la discusión, el concejal recordó el legado del activista y artista Francisco Toledo en la defensa del patrimonio cultural oaxaqueño y enfatizó que este diagnóstico busca crear un plan de acción que involucre a la sociedad civil en la solución de los problemas que aquejan al patrimonio histórico y a la ciudad.

Entre los desafíos mencionados por Vásquez Villanueva, destacan la proliferación del ambulantaje, la escasez de agua potable, el despoblamiento del centro histórico, la crisis de la basura, y la contaminación del río Atoyac. No obstante, el concejal señaló que uno de los problemas más relevantes es la gentrificación, fenómeno que genera el desplazamiento de los habitantes originales debido al aumento en el costo de bienes y servicios, a medida que la urbanización y la renovación de la zona benefician a un sector de mayor poder adquisitivo.

La arquitecta Cecilia Rodríguez, exintegrante del Consejo Consultivo del Centro Histórico, añadió que en la ciudad, además de la gentrificación, también se vive un fenómeno de “turistificación”. Según Rodríguez, este proceso ha expulsado el uso habitacional del centro histórico, dando paso a la proliferación de Airbnbs, hoteles y otros servicios turísticos, lo que ha convertido a la zona en una “población flotante”.

Por su parte, la administración municipal anterior también identificó como problema la proliferación de terrazas comerciales que han alterado la arquitectura del centro histórico. Para abordarlo, se había propuesto regular las terrazas mediante el más reciente Reglamento General de Aplicación del Plan Parcial del Centro Histórico.

Con este nuevo diagnóstico, se busca no solo preservar la identidad y el patrimonio de Oaxaca, sino también encontrar soluciones a los retos urbanos y sociales que enfrenta la ciudad en la actualidad.